Para no repetir argumentos y relatos vamos a remitirnos a
algunos análisis que vienen sucediéndose luego de la jornada, el de EduardoCastilla, el de Fernando Rosso y la muy buena descripción de la Córdoba actual
que hace Pablo Seman. Dialogamos con Leonardo Nesta, militante de la
juventud del PTS con cierta experiencia en trabajo político barrial.
La Córdoba profunda y pobre salió a la luz un 3 de diciembre
del año 2013. Nadie en Córdoba olvidará fácilmente esa fecha. Los medios de
comunicación propalaban a los cuatro vientos que miles de delincuentes
circulaban por la ciudad nocturna haciendo desmanes y robando a todo aquel que
se le cruzara. “Esto no es por hambre”
repetían entrevistados asustados y coquetos comentadores de TV. El miedo se
instalaba en muchos. No negamos que las mafias policiales hayan operado para
construir la imagen del caos, que para apresurar la negociación hayan apelado a
sus amigos descompuestos con quienes manejan, unos con uniforme otros sin, el
crimen mayor, léase narcotráfico, trata de personas, desarmaderos de autos,
venta de armas y otros crímenes varios. Ahora bien, no podemos abonar una
teoría que diga que batallones de miles de personas dirigidos por estos
criminales de profesión asolaron la ciudad coordinado con las fuerzas
policiales. No, es imposible que pensemos el complot por fuera de las fuerzas
sociales que se desataron rebalsando el vaso de lo controlable. Una bronca
juvenil, desde abajo, plebeya, emergió esa noche. Los motores de muchos de los
pibes que se decidieron por el saqueo vienen de la miseria, pero junto con
esto, que también es un factor de peso, existe un sentimiento de bronca, de
desahogo y venganza social en la conciencia de los jóvenes pero perfectamente
comprensible. El tema merece una mirada un poco más compleja. Viene a colación
el relato que nos hace un militante político, conversando sobre las
motivaciones de los saqueos, “sin lugar a
dudas el odio hacia la cana que existe entre la juventud de los barrios es
inocultable, hace unos años, cuando abrimos una casa cultural en una de las
zonas donde los saqueos fueron fuertes, con el objetivo de llegar a una franja
de jóvenes trabajadores que entraban a las fabricas en el momento de reactivación
que se vivió pos crisis del 2001, lo pudimos comprobar, a la fecha tenemos otra
con características similares, en barrio arenales, un barrio muy pobre de
córdoba, ahí, entre la juventud se mantiene firme, diez años después, ese odio
visceral hacia la policía, pero antes de explicar eso quisiera, también,
graficar algo desde lo personal, aunque ya conseguí un buen trabajo y a decir
verdad, en lo material, esos momentos de mi juventud donde era parte de ese
estrato, me animo a explicar que el mes de diciembre se vive, sobre todo en los
más jóvenes, de una forma muy especial, ese mes, fiesta del consumo para
algunos, para los que no pueden comprarse nada, es de profunda impotencia, por
mi parte sabía enojarme mucho con mi viejo, pero también con la vida en
general, por no poder estrenar un par de zapatillas nuevas como el resto de los
pibes, en ocasiones obligado a brindar, sino me cagaban a palos por quejoso,
terminaba el brindis y me iba a dormir, con todo el odio encima y angustia
también”. Hoy esa impotencia se ha profundizado, porque además de la
pobreza una franja enorme de pibes pobres sufre el hostigamiento, el maltrato,
la persecución e incluso la segregación que impone la policía, pero que se
expresa también en lo que no pueden tener, por más que se rompan el lomo
trabajando. Continua Leonardo “en estos
días, tras los saqueos, a una amiga, que tiene la desgracia de ser negra y
pobre, le molestó mucho tener el facebook plagado de ‘amigos’ que se tiraban
contra los negros y los choros como un sinónimo de algo común o natural, dijo
‘otra vez contra los negros, siempre contra los negros’ son muchos años de
ofensa continua y profunda, algún día tenía que saltar y saltó”. Esto para
tratar de graficar que las condiciones materiales que motorizaron los saqueos,
no son directamente el hambre sino también la carencia de múltiples productos,
y la opresión continua y fuerte hacia su condición de pobre urbano. Muchos se
escandalizaban viendo las imágenes del local de Dexter de Av. Fuerza Aérea
vaciado, alguien se llevó todas las zapatillas y medias que le entraban en sus
manos, no creemos que eso sea una mafia actuando, nos remitimos al relato que
alude al mismo preciado artículo: las zapatillas.
En la otra punta del ring tenemos a comerciantes enfurecidos
y también a jóvenes de clases medias acomodadas dispuestos a partirle la cabeza
de un palazo a cualquiera que tenga el aspecto de “el saqueador”, es decir
jóvenes morenos, de gorra y en moto. El episodio que se relata aquí destila racismo y desprecio hacia los “jóvenes de gorra”. Hablando de los
sectores sociales que fueron más perjudicados por los saqueos Leo nos comenta
que conoce del barrio a una señora que protagonizó varios minutos de noticiero,
“ayer durante todo el día, en TN pero
también en los medios locales, transmitieron un vídeo de una pequeña
comerciante de mi barrio que fue saqueada y su casa desvalijada, la tipa llorando
desconsoladamente, diciendo ‘me cago laburando para tener esto’, era capaz de
conmover a las almas mas impiadosas una y otra vez la pasaron al aire, el
contenido es siempre igual, el objetivo no es la noticia sino generar un estado
de psicosis en las clases medias, en el buen vecino, que sin la policía
estarían a merced de estas hordas, debajo de esta superficie hay otras
historias, esta señora heredo su ‘pequeño comercio’ de sus padres, explotadores
de inmigrantes en los cortaderos de ladrillos, a muchos de ellos les pagaba,
cuando quería, con mercaderías de su propio local, el precio de las mismas lo
manejaban a su antojo, y el monto de la libretita también, es decir comían lo
que ella quería, cuando ella quería, a
la fecha el comercio de esta ‘pobre mujer’ tiene al menos 4 empleados
jovencitos que no deben pasar los 3500 pesos de sueldo, esta acongojada señora
tenía previsto, seguramente, viajar en enero, como hace siempre, a vacacionar
en cuba, a disfrutar los beneficios de su sacrificado trabajo, mientras la piba
que atiende la parte de panadería, o el repositor, seguro que apenas puedan
irse a las sierras”. No absolutizamos este caso, ni decimos son todos
iguales, ni tampoco es un crimen viajar a Cuba, pero justo nos damos con un
caso de los que la TV gusta de usar de testigo y nos encontramos con alguien
que tiene un pequeño comercio que parece tener poco que ver con el pobre vecino
bonachón que muestran los medios, eso sí, los hubo quienes verdaderamente
sufrieron los excesos de la bronca, "en
Nuestro Hogar Tres, barrio de mucha composición inmigrante, boliviana,
paraguaya y peruana, hubo de esos, pequeños comerciantes con verdulerías y
almacenes que solo ayudan a mantener su sustento sufrieron el vendaval social"
nos agrega Leo.
Plantear las diferencias entre las distintas capas de la
clase media y las mentiras de los medios, no es de ninguna manera, apoyar el
método de los saqueos, por el contrario los marxistas lo rechazamos por atentar contra un aspecto fundamental de nuestra estrategia de
poder, la alianza obrera y popular, como se explica aquí. Pensando desde ahí en como el mismo
movimiento obrero luchando puede generar apoyo en los sectores medios contra
los capitalistas, constituyendo así un bloque social revolucionario, los
saqueos son un atentado a esa perspectiva de alianza obrera y popular. Pero de
rechazar el método del saqueo a desaparecerlo del análisis y la política
necesaria para superarlo por izquierda hay un gran paso. Ni los jóvenes de los
barrios que el miércoles 3 de diciembre saquearon son todos marginales
descompuestos al servicio del crimen organizado, aunque los hubiera entre ellos,
ni la clase media que salió continuamente en la tele es toda 'pequeña
comerciante' desprotegida y humilde. No hay tal homogeneidad en las clases,
existen entre ellas distintas capas que combinan y contraponen intereses
propios y comunes, el mecanismo de los medios de comunicación y la propaganda
burguesa consiste en mostrarlas como algo uniforme, en el caso de los sectores
pobres y desocupados de la clase obrera mostrando su cara más descompuesta, lo
peor de la clase en algún sentido moral, en el caso de la clase media, lo mejor
que tienen, los humildes comerciantes atacados por la furia de los pibes. La
realidad es más compleja, existe también
esa complejidad hacia el interior de la clase obrera ocupada, Leo continúa “en las fábricas hay una franja de
trabajadores de entre 30 y 35 años, sobre todo en los sectores más precarizados,
que en el 2001 fueron parte de los saqueos y hoy hacen un esfuerzo por
comprender a esos jóvenes que como ellos, para aquella época pibes de 18/23
años, salieron a romper la legalidad por hambre. Ojo que también hay entre
ellos una casta que se para por encima de los trabajadores y de hecho vive de
ellos, la burocracia sindical. Dragún el que era Ministro de Trabajo y ahora
volvió al SMATA y a la CGT salió a demonizar a los pobres de la ciudad incluso
a los pibes que se movilizaron en la Marcha de la Gorra hace unos días, salió a
defender la figura del merodeo del Código de Faltas, que es meter presos a los
pibes por su apariencia nomás. La influencia de la dirección también se hace
sentir entre los propios laburantes. Entre las capas de la clase media existe
ese pequeño comerciante inmigrante, ese ex obrero que cobro una indemnización y
se puso su tienda de ropa, su kiosco”, Leo se refiere a una capa próxima a
la clase obrera y otra capa con mayor capital y cercana a la burguesía, es una
clase que de conjunto, sobre todo en momentos pacíficos, oscila entre la
influencia de una y otra clase fundamental, la clase obrera o la burguesa. Leo
agrega “El resultado de esta reflexión
plantea para los militantes revolucionarios la definición de que en estos casos
no se puede tener un discurso general, es decir que no explique el complejo
tejido social que subyace al fenómeno, sino una política algebraica, es decir
que contemple la relación de las clases entre sí, la preponderancia de unas
sobre otras, o el rol dirigente o influencia de unas capas sobre otras al
interior de las mismas. La burguesía, consciente de esto, lo explota y usa a su
favor, los revolucionarios debemos actuar en consecuencia, nuestra apuesta es a
que la clase obrera se convierta en el caudillo de las demás clases oprimidas y
explotadas, bajo un programa que apunte en primer término a unificar sus filas,
a sacudirse de los agentes que actúan en su interior al servicio del capital,
la burocracia, y que de este modo prepare las condiciones necesarias para la
hegemonía y dirección del bloque social que desarrolle la revolución, en un
plano más acotado a la táctica, la pelea dada en Neuquén por nuestros
compañeros del PTS muestra en pequeño la perspectiva que
planteamos”.
En otro momento político y bajo otras condiciones, León
Trotsky explica esta mecánica partiendo del rol de las clases medias o pequeño
burguesía "Naturalmente, el pequeño
propietario tiende al orden, en tanto que sus negocios marchan bien y mientras
tiene esperanzas de que marchen aun mejor. Pero, cuando ha perdido esa
esperanza, es fácilmente atacado por la rabia y está dispuesto a abandonarse a
las medidas más extremas (...).La pequeña burguesía es económicamente
dependiente y está políticamente atomizada. Por eso no puede tener una política
propia. Necesita un ‘jefe’ que le inspire confianza. Ese jefe individual o
colectivo (es decir, una persona o un partido) puede ser provisto por una u
otra de las clases fundamentales, sea por la gran burguesía, sea por el proletariado
(...) Para atraer a su lado a la pequeña burguesía, el proletariado debe
conquistar su confianza. Y, para ello, debe comenzar por tener él mismo
confianza en sus propias fuerzas. Necesita tener un programa de acción clara y
estar dispuesto a luchar por el poder por todos los medios posibles. Templado
por su partido revolucionario para una lucha decisiva e implacable, el
proletariado dice a los campesinos y a los pequeños burgueses de la ciudad:
“Lucho por el poder; he aquí mi programa; no emplearé la fuerza más que contra
el gran capital y sus lacayos; pero con ustedes, trabajadores, quiero hacer una
alianza sobre la base de un programa dado.”
Concluye Leo " el
clima que vivimos estos días fue muy reaccionario, que influyó a franjas de trabajadores
ocupados, los mismos vieron con recelo los saqueos y tomaron como propia la
propaganda que se hacía desde los medios y el gobierno. Para mi es difícil que
este clima pueda desarrollarse en el tiempo, al menos me parece que no es
inevitable ni que tenemos que prepararnos para un momento defensivo extendido
en el tiempo. Digo esto porque los trabajadores tienen su propia agenda
pendiente con el gobierno y las patronales, aguinaldo, bono, paritarias,
impuesto al salario. Así yo creo que se puede dividir el bloque que pidió orden
y represión. De hecho a pocas horas de los saqueos ya se empiezan a ver tomas
de los hospitales y hubo una toma de Tribunales por los empleados judiciales.
Hoy viernes hubo una marcha de unas 4 mil personas más o menos contra De La
Sota. Por otro lado están los miles de jóvenes que se movilizaron en la Marcha de la
Gorra hace poco. También están los trabajadores de Volkswagen que vienen
peleando contra despidos y un fraude. Los obreros de la UOM hicieron también
paros y tomas de fábricas. Tenés que tener en cuenta también a los estudiantes
secundarios que ya salieron en el 2010, y los universitarios, yo vi realmente
muchos en la marcha de hoy. La izquierda revolucionaria tiene un gran rol que
cumplir ahí, sino las burocracias sindicales pueden llevar todo a la derrota.
Tiene que colaborar en que surja una vanguardia que pelee una política para
triunfar. Nuestra pelea, además de dotar a los trabajadores estatales de un
plan de acción para vencer, hoy, es convencer al sector de avanzada de ellos
para que tomen en sus manos el pedido de indemnización de los pequeños
comerciantes y la consigna de abajo el Código de Faltas. Ante la debilidad del gobierno, ganarse la
simpatía de franjas de las clases populares es fundamental, la lucha sindical
es, bajo estas condiciones, claramente una lucha política. ”
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